¿Cómo la corona puede ser así mucho más caliente que la superficie sigue siendo un misterio para los científicos, pero la mayoría sospecha que tiene que ver con los campos magnéticos que irrumpen complicado desde el interior y se extienden sobre la superficie en grandes arcos y bucles. La acumulación y la interacción de estos bucles magnéticos, que puede estirar encima, debajo, y alrededor de la otra-parece suministrar la energía para calentar la corona y producir la explosión violenta de una CME.
De acuerdo con algunas de las nuevas observaciones y teorías, los lazos más grandes y más altos del campo magnético del Sol. Se cree que mantener pulsada la más reciente, los campos más pequeños que salen de la superficie. También atar el plasma caliente transportada por los campos. Al igual que una red de explotación por un globo de helio, esta red de bucles magnéticos restringe el plasma y campos magnéticos tratando de subir a la corona. Esto provoca una tremenda energía a construir. Finalmente, algunos de los bucles magnéticos que cubre fusionan y se anulan entre sí, haciendo un agujero en la red magnética y permitiendo que el CME para escapar a gran velocidad.
Los investigadores comparan este proceso con el de globos de helio de llenado. Si se infla un globo sin tener que bajar, poco a poco a la deriva hacia arriba. Pero si se mantiene el balón hacia abajo con una red, puede generar mucha fuerza cuando lo llene, provocando que se empuje hacia arriba. Una vez que se retire de la red, el balón dispara hacia el cielo.
Apenas unas horas después de sonarse en el espacio, una nube CME puede crecer a dimensiones superiores a las del mismo Sol, a menudo tan amplia como en 30 millones de kilómetros. Como arados en el viento solar, una CME puede crear una onda de choque que acelera partículas a energías extremadamente peligroso y velocidades ENORMES. Detrás de esa onda de choque, la nube CME vuela a través del Sistema Solar bombardeando planetas, asteroides y otros objetos con radiación y el plasma. Si una CME hace erupción en el lado de la Tierra frente a dom, y si nuestra órbita cruza el camino de esa nube, los resultados pueden ser espectaculares ya veces peligrosos.
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