La mañana del 6 de septiembre se produjo la erupción de masa solar más grande en 12 años, según informaron científicos de NOAA (National Oceanic and Atmospheric Administration). El Sol emitió dos llamaradas de clase X, la más alta en la clasificación; éstas son explosiones de plasma 10 veces más grandes que la Tierra (en la imagen se puede observar esta masiva eyección de masa coronal).
Las erupciones solares se produjeron de manchas solares en la región A 2673. El Sol tiene ciclos de 11 años que marcan picos en su actividad, y aunque actualmente estamos en un período de baja actividad en las manchas solares, se pueden presentar momentos de intensificación.
La erupción solar inhabilitó por momentos radios de alta frecuencia y afectó la navegación de baja frecuencia, según informaron los científicos. Las partículas de esta erupción solar pueden causar un incremento de auroras en los polos estos días, así que los cazadores de estos bellísimos espectáculos de luz que se forman por la interacción de la masa solar con la atmósfera deben estar atentos.
El potencial de afectación de estas erupciones yace fundamentalmente en su interacción con el campo magnético de la Tierra y la posibilidad de que los eventos solares de alta magnitud perturben los sistemas eléctricos del planeta y los sistemas de radiocomunicación. Un famoso evento geomagnético en 1859, el llamado evento de Carrington, pudo observarse en el cielo y fue documentado por científicos. Se cree que un evento similar hoy en día afectaría seriamente al planeta, por nuestra dependencia en tecnología sensible a erupciones solares.
Hasta la fecha no se han observado relaciones causales entre estos fenómenos y terremotos y huracanes u otros desastres naturales, pese a que existe mucha especulación al respecto. Los científicos han realizado correlaciones entre datos de tormentas solares y terremotos y no han encontrado un vínculo significativo. Asimismo, tampoco se ha hallado algo significativo, estadísticamente hablando, en torno a la idea de que el cambio climático está produciendo un incremento en terremotos de alta magnitud. Así que al parecer la tormenta geomagnética más poderosa en 12 años y el terremoto de México, un día tras otro, son una simple coincidencia cósmica. Dicho eso, la ciencia evoluciona y en estos casos ciertamente estamos lejos de entender del todo el delicado balance y la interdependencia entre el cosmos y el planeta, o entre el clima y diferentes manifestaciones.
Existe, por otro lado, una aparente correlación entre el geomagnetismo y la intensificación de los sueños, ya sean pesadillas o sueños muy intensos. Esto ocurre, según los investigadores, cuando hay una baja de actividad geomagnética. Ello se explica debido a que la melatonina que se produce en la glándula pineal está relacionada con la actividad solar.
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